Este grupo tiene desde su origen una denominación ciertamente singular: La bottine souriante: la bota sonriente. Además, como se verá, este nombre no es fruto de la simple casualidad. Comencemos por señalar que nos encontramos ante una banda bastante peculiar. Su trayectoria arranca nada menos que en 1976. Los músicos que entonces componían el grupo se decantaron por hacer un tipo de música que rescataba tonadas procedentes de los ritmos celtas con aportaciones propias del Canadá francés, de donde procedían. El francés era también la lengua que habitualmente empleaban en sus canciones.
Desde entonces hasta hoy, La bottine ha experimentado una lógica evolución: muchos de sus miembros han cambiado (en la actualidad componen la banda diez músicos) y el grupo se ha abierto a nuevos aires musicales, de manera que en sus canciones podemos hallar mezclados sin dificultad ritmos celtas, melodías propias del folclore canadiense quebequés, diversos tipos de jazz, aportaciones de la música tradicional francesa e incluso tonadas de origen medieval. Con todo ello, no es difícil definir a La bottine como una banda completamente de fusión. Por otra parte, y como podréis ver al final del vídeo, este grupo canadiense cultiva también, con mucho acierto, la podorritmia o arte de la percusión con los pies. Una técnica poco habitual y ciertamente muy interesante que podemos asociar con esa bota que da nombre al colectivo.
Aunque La bottine souriante sigue dando conciertos en la actualidad, desconozco las razones que pudieran explicar porqué el grupo no saca a la luz ningún nuevo disco desde el año 2003. Tampoco importa demasiado, porque más de una docena de ellos avala el conjunto de su trayectoria, de la que podréis obtener más informaciones (en francés e inglés) en la Web oficial de la banda.
FUSIÓN CELTA DESDE CANADÁ